Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 3 de abril de 2014

¡Mata al ladrón!

¡Mata al ladrón!

¡Golpea al ladrón!
¡No te detengas,
Mátalo!

¡Golpéalo para que aprenda
Que no debe robar!
¡Que aprenda la lección!

¡Hazlo sangrar!
¡Que escupa sus pecados
Por la boca
Y que por los oídos
De sangre emane
Lo que no quiere escuchar!

¡Mátalo!, que somos civilizados
Y como civilizados
No debemos mezclarnos
Con la barbarie que nos rodea
Y quiere avanzar.

Todo le damos a esos capullos
De chorros
Que hoy nos vienen a robar.
Les damos asignaciones,
Beneficios; les damos hasta derechos.
Le damos lo que nos puede sobrar.

¡Golpéalo pronto! ¡Mátalo ya!
Apúrate que debemos ir
Por los políticos que nos roban
Y no nos dejan de robar.
¡Cencerrada! ¡Justicia popular!

¡Apúrate y termínalo de golpear
Que debemos ir tras los que no pagan impuestos
Y evaden y roban al fisco y a la sociedad!

¡Golpéalo fuerte y vamos ya
Que debemos alcanzar al que estaciona
Frente a una rampa de discapacitados
Y al que nos coarta el derecho a circular,
Dejando el coche en doble fila
Como si fuera suya la calle nomás!

¡Termina ya de matarlo,
Que debemos ir al comercio a golpear
Al que nos cobra de más,
Al que nos roba con descaro,
Al sinvergüenza que nos vende
A diez lo que le costó cuatro,
Y a veinte lo que le costó cinco
O un poco más!

¡Golpéalo fuerte que debemos ajusticiar
Al que no da el asiento correspondiente,
Al anciano o a la embarazada, en el primer lugar!

¡Vamos por los que no piden facturas o recibos!
Ellos también roban y no dejan de robar:
Colaboran con el chorro que no dice la verdad
De lo que factura y evade su responsabilidad social!

¡Vamos por los periodistas, que nos ocultan la verdad!
¡Matemos a esos ladrones de la realidad
Que responden a intereses ajenos, económicos, de clase
Y no nos dan lo que nos corresponde con objetividad!
¡A esos que maliciosamente nos roban nuestra credulidad!
¡Que nos cuentan la parte que les conviene
Y callan lo demás!

¡Salgamos todos, salgamos a matar!
¡Que no quede nadie vivo que nos pueda robar!
¡Acabemos de una buena vez por todas
Con esta inmunda sociedad!

¡Matemos al que roba!
¡Matemos al que mata!
Apuntemos luego a nuestra sien.

¡Somos la vanguardia de la civilización!
¡Somos la escoria universal!
¡Que nada quede por matar!

Por Félix Sánchez Durán

martes, 1 de abril de 2014

Soldados (IV)

A veces en la noche
entre las sábanas del deseo
cavo de nuevo una trinchera
para resguardarme del dolor
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

Tenía razón Oscar Wilde

Tenía razón Oscar Wilde
 
En el fragor del combate
no pude acertar al enemigo
Pero terminé con la alegría
pero acabé con la inocencia
pero malherí a la esperanza
 
Uno siempre termina matando
lo que más ama
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

Soldados (III)

Se cava un pozo para seguir con vida
Se cava otro pozo
para el que no le sirvió de nada cavar
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

Despedida

Despedida
 
Aguardaba Caronte
en su bote inmundo
Mientras la Libertad rostro tiznado
gorro frigio ensangrentado
besaba a un soldado moribundo
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.


Tregua

Tregua
 
Arrodillado como si rezara
tiraba hacia la noche
No pude saber si era enemigo
Creo que él tampoco cuando me vio
arrastrándome como una culebra
Ambos omitimos pronunciar
una palabra que aclare la cosa
 
(No siempre hablando se entiende la gente)
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.


Soldados (II)

Ese soldado nunca supo de qué
mordisqueada manzana se había
asomado como gusano al mundo
 
Debió ser esa la causa por la que
paseaba su garbo de sauce
en la llovizna ocultando un poco
esos ojos de pescado reseco
y parecía rebotar en el paisaje
con la insistencia del bicho
que choca contra el farol
 
Debió ser esa la causa por la que
se retiraba a buscarse para no
encontrarse cuando regresara
y no verse y esas cosas
que se piensan
 
Debió haber sido así
Así nomás debió haber sido
que no oyó la voz de alerta ni el silbido
y cuando el viento negro
se le metió por los agujeros
ese soldado gritó
"mamá"
 
Lo único que gritó fue esa palabra
 
De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

Una receta para el Gato Dumas

Una receta para el Gato Dumas

Primero: robarse un paquete de fideos
del cuartel "Moody Brook"
Segundo: ponerlos a hervir en el casco
con agua de una charca cercana
El secreto es el condimento
(la pintura va saltándose del acero
a medida que se recalienta)
Tercero: servir en marmita
preferentemente abollada y tiznada
Cuarto: sentado sobre una piedra
comer lentamente como si fuese
el último bocado que se vaya a saborear

De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

Gurkas

Gurkas

Mercenarios de perfil bajo
(los únicos que los vieron
ya no están)

Cuchillos fantasmales
cortando los sueños

¿Pero acaso nosotros
no veníamos del país de
las picanas sobre panzas
embarazadas?

¿Quién le tenía que tener
miedo a quién?

De Gustavo Caso Rosendi,
en Soldados, Ministerio de Educación de la Nación, 2009.

viernes, 21 de marzo de 2014

Ku Klux Klan

Ku Klux Klan

Si estos fueran verdaderamente misteriosos.
Si realizaran alguna bella y siniestra aventura
como cualquier Servicio de Espionaje o de Inteligencia.
Pero, ¡bah! descubro sus vientres deformes bajo el dominó.
Ni siquiera cultivan ángel, retorta o muerte.
Ellos son los redondos y pícaros burgueses.
Mostradme sí, mostradme un grupo de héroes comparables
a Parsons y sus cuatro camaradas
que ahorcaron un 1º de Mayo
en Chicago, el embutido y la carnaza.
Mostradme un blanco más poeta que Langston Huges.
Traedme un Duke Ellington.
Oh, feroces caballeros blancos.
Oh, sombrías gentes bien de Norte América.
¡Qué hermoso será ponerlos contra un muro!
Descomponer el gran órgano de la muerte
y hacer sonar las teclas súbitas de 500 Thompson
para vengar a tantos negros,
a miles de linchados que colgaron en los parques del Sur,
con la lengua afuera, balanceándose,
quemados a balazos, acordándose
de mujeres que no envejecen nunca, como la estrella.

De Raúl González Tunón,
en Entre los poetas míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.32, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.