Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

domingo, 9 de junio de 2013

Evangélicas

(fragmento)

5.

Vestir mejores ropas que los demás,
no es tener mejor carnadura que aquellos
que las visten remendadas, como el que sube
a una torre está más alto que los otros; pero,
no es más alto, por eso, que ninguno de los otros:
trata de merecerlo todo, hasta el aire que respiras.


6.

Procura no distinguirte de tus semejantes
nada más que por lo accidental y contingente:
que antes de recibir el aplauso ajeno,
ya te hayas aplaudido tú mismo; y que
al despojarte de tus vestimentas, de tu fortuna,
de tu alto puesto y aun de tu fama, no se
vaya ninguno de tus atributos esenciales dentro de
esas cosas, como se va la piel en un parche
cáustico, o como se queda sin dientes,
al acostarse, aquel que los lleva postizos.

10.

Solamente los muy simples y los muy
pillastres juzgan a las personas según los casos,
o por el peldaño que ellas pisan o por
la situación de espíritu que ellas atraviesan:
nunca seas ni tonto ni pillo, pero
si no has nacido capaz del término medio,
ojalá que prefieras el primer extremo...
¡y seas tonto!

17.

A los hombres se les conoce
por lo que desean, no por lo que les acontece.

20.

Pero es necesario que lo sepas, una
vez por todas y para siempre: por cada nido
de águilas, hallarás en la montaña
mil cuevas de sabandijas; y casi todos
los que lloran merecerían
ser ahogados en su propio llanto.

21.

Sin embargo, y a pesar de estas
amargas filosofías: respeta a cualquier hombre,
sin aguardar a que se lo merezca;
consuela a todos los que gimen,
sin necesidad de que te presenten
la documentación de su honradez; y no
castigues a nadie; porque no es el hombre,
sino la Providencia, quien merece
el apóstrofe, la cárcel y el patíbulo.

De Almafuerte
en Nuevas Poesías y Evangélicas, Claudio García Editor, 1918.

sábado, 8 de junio de 2013

La revolución

La revolución

Cuando de su pulmón el sonoro
resollar del titán que batalla;
cuando rompe los aires cerúleos
a enormes rebatos de viejas campanas;
cuando brilla su faz a las rojas
claridades del alma y las llamas;
cuando va deponiendo cabezas
ya rubias y locas, ya graves y calvas:

habrá siempre malignas y ocultas
filtraciones del hiel en su alma;
habrá siempre dos manos cubiertas
de gruesos diamantes que compren y aplaudan;
habrá siempre chispazos perdidos
que fulminen las trojes humanas;
habrá siempre fanáticos ebrios
que azucen al dogo por pura jactancia...

¡Habrá siempre jamás en tus puertas,
de valioso marfil incrustadas,
tajadura secreta por donde
vislumbre tu siervo verdades amargas! 
¡Habrá siempre detrás de tus tronos
un luzbel que les roa las gradas
y un bufón ofendido mostrando
que son deleznables montones de paja!

De Almafuerte
en Almafuerte - Poesías, Losada, 1998.

Confiteor Deo

(fragmento)

5.

Nadie comprende, ni remotamente,
aquello que no tiene en sus entrañas de algún
modo.

6.

Se ha soñado un otro mundo y una otra
vida, y se les ha poblado de todos los atributos
humanos y de todas las relatividades terrestres...
¡porque nada imagina el hombre que no
sea la reproducción de sí propio!

De Almafuerte
en Almafuerte - Poesías, Losada, 1998.

Mancha de tinta

(fragmento)

15.

Tu fe, tu esperanza y tu caridad
no son nada más que variedades de tu
interés.

De Almafuerte
en Almafuerte - Poesías, Losada, 1998.

viernes, 7 de junio de 2013

¿Qué diría?

¿Qué diría?

¿Qué diría la gente, recortada y vacía,
Si en un día fortuito, por ultra fantasía,
Me tiñera el cabello de plateado y violeta,
Usara peplo griego, cambiara la peineta
Por cintillo de flores: miosotis o jazmines,
Cantara por las calles al compás de violines,
O dijera mis versos recorriendo las plazas
Libertado mi gusto de vulgares mordazas?

¿Irían a mirarme cubriendo las aceras?
¿Me quemarían como quemaron hechiceras?
¿Campanas tocarían para llamar a misa?

En verdad que pensarlo me da un poco de risa.

De Alfonsina Storni,
en Alfonsina Storni - Antología, Losada, 1998.

miércoles, 5 de junio de 2013

En el sur

En el sur

Vida lenta y extraña; saludable,
difícil de reproducir o de aceptar: ¿quién,
como antes, no quiere nadar
en el agua tibia y aceitosa, a toda vela
a todo pálpito a toda imaginación a toda suerte?

Nadie puede lagrimear
en el Caribe y todo importa.

Elegir, saltar: ¿cuándo
mis amigos terminaremos con todo esto?

¿Cuándo monos y loros, bichos y cristianos, gritarán de alegría,
empezando con sus primeras palabras; cuándo
Curitiba saltará conmigo y Santa Fe, mi ciudad,
hundirá a los traidores, a los despreocupados?

¿Cuándo caminaremos
por el barrio chino o por Miraflores y en todo
el Perú y en todo
el sur de América y por todo Buenos Aires se pueda caminar?

Un yaguareté pasea con su hembra y respiran; sólo
el tamaño los diferencia y el ocio;
como pumas enjaulados caminan de Iquitos a Manaos,
de Manaos a Santa Fe y ya nada
los diferencia: nerviosos y parecidos y fuertes y cansados.

Es en el Caribe
donde nadie puede lagrimear
y absolutamente todo importa.

Llorar, hijo mío, y pelear
para siempre,
alegremente doloridos;
modernos y revolucionarios y sometidos y cristianos.

¿Qué pasa señor mío, dios azaroso de la resignación? aquí
no hubo cobardes, nunca tuve
idea ni ganas de encontrarte por este mundo ni por el otro.

Redentor, dulce Jesús colmado de alabanzas, ¿qué pasa
con el Caribe donde nadie
quiere lagrimear y todo importa?

No se ve a nadie en todo el sur; estamos
solos; solos alzamos nuestra esperanza, solos subiremos
este pantano, esta mugre: un sarcófago para los muertos,
para El Salvador, y también para los arrepentidos.

De Paco Urondo
en Poemas de Batalla, Editorial Planeta, 1999.

Hemos oído: no quieres trabajar más con nosotros

Hemos oído: no quieres trabajar más con nosotros

1

Hemos oído: No quieres trabajar más con nosotros.
Que estás destruido. Que no puedes seguir de un lado para otro.
Que estás demasiado cansado. Que no puedes seguir aprendiendo.
Que estás acabado.
Ya no se te puede exigir que sigas en la tarea.

Para que sepas:
nosotros lo exigimos.

Si te cansas y te duermes,
nadie te despertará ni te dirá:
levántate, la mesa está servida.
¿Por qué iban a servirte la comida?
Si no puedes seguir de un lado para otro
te quedarás acostado. Nadie
te irá a buscar para decirte:
Hicieron la revolución. Las fábricas
te esperan.
¿Por qué harían la revolución?
Cuando mueras te enterrarán.
Seas o no el responsable de tu muerte.

Dices
que luchaste demasiado. Que ya no puedes seguir luchando.
Oye bien:
Si no puedes seguir luchando, te hundirás.

2

Dices: que fueron demasiadas esperanzas. Que ya no esperas más.
¿Qué esperabas?
¿Que la lucha fuera fácil?

No ha sido el caso.
Nuestra situación es peor de lo que imaginabas.
Esta es la situación:
si no rendimos lo sobrehumano
estamos perdidos.

Si no estamos dispuestos a realizar lo que nadie se atreve a pedir
nos hundimos.
Nuestros enemigos no hacen sino esperar
que nos cansemos.

Cuanto más cruenta es la lucha
más se cansan los oponentes.
Aquellos que más pronto se cansen, son los que pierden la batalla.

De Bertolt Brecht
en 80 poemas y canciones,  Adriana Hidalgo Editora, 2008.



La máscara del mal

La máscara del mal

Sobre mi pared hay una talla japonesa de madera.
Es la máscara de un demonio del mal, pintada en laca dorada.
Lleno de compasión observo
las venas hinchadas de las sienes, que revelan
el esfuerzo que exige ser malvado.

De Bertolt Brecht
en 80 poemas y canciones,  Adriana Hidalgo Editora, 2008.

Mal momento para la poesía

Mal momento para la poesía

Yo lo sé bien: sólo el afortunado
es querido. Su voz
es escuchada con placer. Su rostro es hermoso.

El arbolito deforme del patio
indica que el suelo allí es pobre, pero
los que pasan lo insultan y con razón lo tildan
de inválido.

A los verdes botes con sus velas alegres allá en el estrecho
no los registro. De todo ese cuadro
sólo veo la desgarrada red de los pescadores.
¿Por qué lo único que menciono
es el andar encorvado de esa campesina de cuarenta
si los pechos de las muchachas
son tan cálidos como siempre?

Una rima en mi canción de hoy
casi me parecía una arrogancia.
En mí luchan
el entusiasmo por la belleza del manzano en flor
y el horror por los discursos del pintor de brocha gorda.
Pero sólo esto último
me empuja al escritorio.

De Bertolt Brecht
en 80 poemas y canciones,  Adriana Hidalgo Editora, 2008.


viernes, 31 de mayo de 2013

Si la muerte me sorprende

Si la muerte me sorprende

Si la muerte
me sorprende
lejos de tu vientre,
porque para vos
los tres seguimos en él,
si me sorprende
lejos de tus caricias
que tanto me hacen falta,
si la muerte
me abrazara fuerte
como recompensa
por haber querido
la libertad,
y tus abrazos entonces
sólo envuelven recuerdos,
llantos y consejos
que no quise seguir,
quisiera decirte mamá
que parte de lo que fui
lo vas a encontrar
en mis compañeros.
La cita de control,
la última,
se la llevaron ellos,
los caídos, nuestros caídos,
mi control, nuestro control
está en el cielo,
y nos está esperando.
Si la muerte me sorprende
de esta forma tan amarga,
pero honesta,
si no me da tiempo
a un último grito
desesperado y sincero,
dejaré el aliento
el último aliento,
para decir te quiero.

De Alejandro Almeida (detenido-desaparecido el 17 de junio de 1975)
en Taty Almeida (Comp.), Alejandro por siempre... amor, BAOBAB, 2008.