Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.
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sábado, 29 de abril de 2023

CAMPO DE AMOR

CAMPO DE AMOR

Si me muero, que sepan que he vivido
luchando por la vida y por la paz.
Apenas he podido con la pluma,
aplaúdanme el cantar.

Si me muero, será porque he nacido
para pasar el tiempo a los de atrás.
Confío que entre todos dejaremos
al hombre en su lugar.

Si me muero, ya sé que no veré
naranjas de la China ni el trigal.
He levantado el rastro, esto me basta.
Otros ahecharán.

Si me muero, que no me muera antes
de abriros el balcón de par en par.
Un niño, acaso un niño, está mirándome
el pecho de cristal.

de Blas de Otero,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 10 de enero de 2023

Me llamarán

Me llamarán

.. porque la mayor locura que puede hacer
un hombre en esta vida es dejarse morir,
sin más ni más ... SANCHO.
(Quijote, 11, cap. 74.)

Me llamarán, nos llamarán a todos.
Tú, y tú, y yo, nos turnaremos,
en tornos de cristal, ante la muerte.
Y te expondrán, nos expondremos todos
a ser trizados ¡zas! por una bala.

Bien lo sabéis. Vendrán
por ti, por ti, por mí, por todos
Y también
por ti.
(Aquí
no se salva ni dios. Lo asesinaron.)

Escrito está. Tu nombre está ya listo,
temblando en un papel. Aquel que dice:
abel, abel, abel ... o yo, tú, él ...

Pero tú, Sancho Pueblo,
pronuncias anchas sílabas,
permanentes palabras que no lleva el viento...

de Blas de Otero,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

lunes, 26 de diciembre de 2022

En la inmensa mayoría

En la inmensa mayoría

Podrá faltarme el aire,
el agua,
el pan,
sé que me faltarán.

El aire, que no es de nadie.
El agua, que es del sediento.
El pan... Sé que me faltarán.

La fe, jamás.
Cuanto menos aire, más.
Cuanto más sediento, más.

Ni más ni menos. Más.

de Blas de Otero,
en La poesía como herramienta, Edición del Foro "La poesía como herramienta", 2018.

martes, 1 de noviembre de 2022

EN EL PRINCIPIO

EN EL PRINCIPIO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo
lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,
me queda la palabra.

Si he sufrido la sed, el hambre, todo
lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio,
me queda la palabra.

Si abrí los labios para ver el rostro
puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,
me queda la palabra.

de Blas de Otero,
en Una mano tomó la otra - Poemas para construir sueños (selección de Pedro Hilario Silva y otros), Comunidad de Madrid, 2004.

martes, 4 de mayo de 2021

ENCUESTA

ENCUESTA

Quiero encontrar, ando buscando la causa del sufrimiento,
del sufrimiento a secas,
la causa a secas del sufrimiento a veces
mojado en sangre, en lágrimas, y en seco
muchas más... La causa de las causas de las cosas
horribles que nos pasan a los hombres.
No a Juan de Yepes, a Blas de Otero, a César Vallejo,
a León
Bloy, qué va, no busco eso,
ando buscando únicamente
la causa del sufrimiento,
del sufrimiento a secas,
la causa a secas del sufrimiento a veces...
Y siempre vuelta a empezar.

Me pregunto quién goza con que suframos los
nombres.
Quién se afeita a favor del viento de la angustia.
Qué sucede en la sección de Inmortalidad
cuando, según todas las pruebas, nos morimos
para siempre.

Sabemos poco en materia de sufrimiento.
Estamos muy orgullosos con nuestro orgullo,
pero si yo les arguyo con el sufrimiento no saben
qué decirme.
Mire usted en la guía telefónica,
o en la Biblia, es fácil que allí encuentre algo.

Y agarro la biblia telefónica,
y agarro
con las dos manos la Guía de Pecadores...,
y se caen al suelo todos los platos.
¡Desde los siete años
oyendo lo mismo a todas horas, cielo santo,
santo, santo, como de Dios al fin obra maestra!

Pero, del sufrimiento, como el primer día:
mudos y flagelados a doble columna. Es horrible.

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

jueves, 15 de abril de 2021

MUDOS

MUDOS

De tanto hablarle a Dios, se ha vuelto mudo
mi corazón. Con gritos sobrehumanos
le llamé: ahora le hablo con las manos,
como atándome a El... Solo y desnudo,

clamoreando amor, tiendo, sacudo
los brazos bajo el sol: signos lejanos
que nadie —el sordo mar, los vientos vanos—
descifra... ¡Ah, nadie nunca anclarme pudo

al cielo! Mudo soy. Pero mis brazos
me alzan, vivo, hacia Dios. Y si no entiende
mi voz, tendrá que oír mis manotazos.

Abro y cierro mi cruz. El aire extiende
—como rayos al bies— mis ramalazos.
Ácida espuma de mi labio pende...

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

lunes, 22 de marzo de 2021

LÁSTIMA

LÁSTIMA

Me haces daño, Señor. Quita tu mano
de encima. Déjame con mi vacío,
déjame. Para abismo, con el mío
tengo bastante. Oh Dios, si eres humano,

compadécete ya, quita esa mano
de encima. No me sirve. Me da frío
y miedo. Si eres Dios, yo soy tan mío
como tú. Y a soberbio, yo te gano.

Déjame. ¡Si pudiese yo matarte,
como haces tú, como haces tú! Nos coges
con las dos manos, nos ahogas. Matas

no se sabe por qué. Quiero cortarte
las manos. Esas manos que son trojes
del hambre, y de los hombres que arrebatas.

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

sábado, 13 de febrero de 2021

BASTA

BASTA

Imagine mi horror por un momento
que Dios, el solo vivo, no existiera,
o que existiendo, sólo consistiera
en tierra, en agua, en fuego, en sombra, en viento.

Y que la muerte, oh estremecimiento,
fuese el hueco sin luz de una escalera,
un colosal vacío que se hundiera
en un silencio desolado, liento.

Entonces ¿para qué vivir, oh hijos
de madre; a qué vidrieras, crucifijos
y todo lo demás? Basta la muerte.

Basta. Termina, oh Dios, de malmatarnos.
O si no, déjanos precipitarnos
sobre Ti —ronco río que revierte.

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

viernes, 1 de enero de 2021

LA TIERRA

LA TIERRA

De tierra y mar, de fuego y sombra pura,
esta rosa redonda, reclinada
en el espacio, rosa volteada
por las manos de Dios, ¡cómo procura

sostenernos en pie y en hermosura
de cielo abierto, oh inmortalizada
luz de la muerte hiriendo nuestra nada!
La Tierra: girasol; poma madura.

Pero viene un mal viento, un golpe frío
de las manos de Dios, y nos derriba.
Y el hombre, que era un árbol, ya es un río.

Un río echado, sin rumor, vacío,
mientras la Tierra sigue a la deriva,
¡oh Capitán, mi Capitán, Dios mío!

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

viernes, 30 de octubre de 2020

PODEROSO SILENCIO

PODEROSO SILENCIO

Oh, cállate, Señor, calla tu boca
cerrada, no me digas tu palabra
de silencio; oh Señor, tu voz se abra,
estalle como un mar, como una roca

gigante. Ay, tu silencio vuelve loca
al alma: ella ve el mar, más nunca el abra
abierta; ve el cantil, y allí se labra
una espuma de fe que no se toca.

¡Poderoso silencio, poderoso
silencio! Sube el mar hasta ya ahogarnos
en su terrible estruendo silencioso.

¡Poderoso silencio con quien lucho
a voz en grito: ¡grita hasta arrancarnos
la lengua, mudo Dios al que yo escucho!

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

lunes, 28 de septiembre de 2020

CANTO PRIMERO

CANTO PRIMERO

Definitivamente, cantaré para el hombre.
Algún día —después—, alguna noche,
me oirán. Hoy van —vamos— sin rumbo,
sordos de sed, famélicos de oscuro.

Yo os traigo un alba, hermanos. Surto un agua,
eterna no, parada ante la casa.
Salid a ver. Venid, bebed. Dejadme
que os unja de agua y luz, bajo la carne.

De golpe, han muerto veintitrés millones
de cuerpos. Sobre Dios saltan de golpe
—sorda, sola trinchera de la muerte—
con el alma en la mano, entre los dientes

el ansia. Sin saber por qué, mataban;
muerte son, sólo muerte. Entre alambradas
de infinito, sin sangre. Son hermanos
nuestros. ¡Vengadlos, sin piedad, vengadlos!

Solo está el hombre. ¿Es esto lo que os hace
gemir? Oh si supieseis que es bastante.
Si supieseis bastaros, conformaros.
Si supierais ser hombres, sólo humanos.

¿Os da miedo, verdad? Sé que es más cómodo
esperar que Otro —¿quién?— cualquiera, Otro,
os ayude a ser. Soy. Luego es bastante
ser, si procuro ser quien soy. ¡Quién sabe

si hay más! En cambio, hay menos: sois sentinas
de hipocresía. ¡Oh, sed, salid al día!
No sigáis siendo bestias disfrazadas
de ansia de Dios. Con ser hombres os basta.

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

sábado, 22 de agosto de 2020

HOMBRE

HOMBRE

Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,
al borde del abismo, estoy clamando
a Dios. Y su silencio, retumbando,
ahoga mi voz en el vacío inerte.

Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando
solo. Arañando sombras para verte.

Alzo la mano, y tú me la cercenas.
Abro los ojos: me los sajas vivos.
Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.

Esto es ser hombre: horror a manos llenas.
Ser —y no ser— eternos, fugitivos.
¡Ángel con grandes alas de cadenas!

de Blas de Otero,
en Poesía Religiosa - Antología (Leopoldo de Luis), Alfaguara, 1969.

domingo, 16 de julio de 2017

En castellano

En castellano

Aquí tenéis mi voz endurecida y sola.
Alzada contra el cielo de los dioses absurdos,
mi voz apedreando las puertas de la muerte
con cantos que son duras verdades como puños.

Dios ha muerto hace tiempo, antes de ayer. Ya hiede.
Aquí tenéis mi voz zarpando hacia el futuro.
Adelantando el paso a través de las ruinas,
hermosa como un viaje alrededor del mundo.

Mucho he sufrido. Pero también sufrieron otros.
En este tiempo todos hemos sufrido mucho.
Yo levanto una copa de alegría en las manos,
en pie contra el crepúsculo.

Borradlo. Labraremos la paz, la paz, la paz,
a fuerza de caricias, a puñetazos puros.
Aquí os dejo mi voz escrita en castellano.
España, no te olvides que hemos sufrido juntos.

De Blas de Otero,
en La poesía histórica de Blas de Otero (Elena Perulero Pardo-Balmonte), Universidad Autónoma de Madrid, 2013.

jueves, 20 de octubre de 2016

Cartilla (poética)

Cartilla (poética)

LA POESÍA tiene sus derechos.
Lo sé.
Soy el primero en sudar tinta
delante del papel.

La poseía crea las palabras.
Lo sé.
Esto es verdad y sigue siéndolo
diciéndola al revés.

La poesía exige ser sinceros.
Lo sé.
Le pido a Dios que me perdone
y a todo dios, excúsenme.

La poesía atañe a lo esencial
del ser.
No lo repitan tantas veces,
repito que lo sé.

Ahora viene el pero.

La poesía tiene sus deberes.
Igual que un colegial.
Entre yo y ella hay un contrato
social.

Ah las palabras más maravillosas,
«rosa», «poema», «mar»,
son m pura y otras letras:
o, a...

Si hay un alma sincera, que se guarde
(en el armario) su cantar.
¿Cuántos de vida y esperanza,
serán?

Pero yo no he venido para ver el cielo,
te advierto. Lo esencial
es la existencia; la conciencia
de estar
en esta clase o en la otra.

Es un deber elemental.

De Blas de Otero,
en Verso y Prosa, Ediciones Cátedra, 1982.

jueves, 13 de octubre de 2016

A la inmensa mayoría

A la inmensa mayoría

Aquí tenéis, en canto y alma, al hombre
aquel que amó, vivió, murió por dentro
y un buen día bajó a la calle: entonces 
comprendió: y rompió todos sus versos.

Así es, así fue. Salió una noche
echando espuma por los ojos, ebrio
de amor, huyendo sin saber adónde:
a donde el aire no apestase a muerto.

Tiendas de paz, brizados pabellones,
eran sus brazos, como llama al viento;
olas de sangre contra el pecho, enormes
olas de odio, ved, por todo el cuerpo.

¡Aquí! ¡Llegad! ¡Ay! Ángeles atroces
en vuelo horizontal cruzan el cielo;
horribles peces de metal recorren
las espaldas del mar, de puerto a puerto.

Yo doy todos mis versos por un hombre
en paz. Aquí tenéis, en carne y hueso,
mi última voluntad. Bilbao, a once
de abril, cincuenta y uno.

De Blas de Otero,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.6, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.

miércoles, 22 de abril de 2015

C.L.I.M.

C.L.I.M.

En las condiciones de “nuestro hemisferio”, la literatura no es mayoritaria por el número de lectores, sino por su actitud ante la vida.

Pedro Lorenzana bate el zapapico.
Justo Corral hiende la perforadora.
Talan con la pala del hacha Andrés, Nico.
Atruena el taller la martilladora.
Muchos (miles) siegan a golpe de hoz,
¿todavía?, el trigo que otros (tres) ahelean.
Soy sólo poeta: levanto mi voz
en ellos, con ellos. Aunque no me lean.

De Blas de Otero,
en Expresión y reunión, Alfaguara, 1969.
(Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.6, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013)