Inmóvil permaneciste
Por ambas eternidades, y yo aprendí, sin duda, la lección.
En tus prácticas de combate sigilosos
no dejes que un indeciso neutral vaya en la retaguardia,
pues tras de ti se abrasará la tierra.
Mi dilema civil,
que aparece de nuevo atrincherando la tierra,
bajo el ritual de plomo de tus más ávidos amigos,
te abismó aún más en la confusión y cuando
me prestaste el arma para protegerme y la
muerte me guiño el ojo, tu promesa
y todo tú se esclarecieron ante mí.
De Wole Soyinka,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.43, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.