A un poeta neutral
Basta ya de mentiras. Dividamos los campos.
Yo no te quiero mal; soy sólo tu contrario,
pecho a pecho distinto, diente a diente luciente.
Te juzgo pernicioso. Lo digo. Juego limpio.
En vano tú pretendes envolver en la anchura
comprensiva, imparcial ―lo que quieras, sermones―
lo insoluble y candente. Tus poemas son sólo
un infierno empedrado de buenas intenciones.
Yo creo en ti; te estimo noblemente decente,
mas te pido osadía, salud, fe, sí, más tripas.
Te pido que me insultes si lo crees necesario.
Todo sea hasta el fin, mas sin beaterías.
de Gabriel Celaya,
en Entre los Poetas Míos... - Colección Antológica de Poesía Social Vol.9, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2013.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario