Los dos soles
A veces,
se nos nubla la vista
de tanto mirar al sol,
cualquiera de los dos:
el nuestro, el otro.
A veces,
podemos ver borroso,
pero siempre sabemos
cuándo es de día
y cuándo no.
No confundimos
la siesta con la agonía.
Esa es la diferencia.
¿Sabrás cuál es el sol
que ilumina
y cuál el que sólo encandila?
Por Félix Sánchez Durán
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