Las palabras necesitan de un contexto histórico, político, social, cultural, económico y biográfico para significar. Exhorto a lxs lectorxs/militantes a realizar un viaje de conocimiento acerca de lugares, tiempos y autorxs para enriquecer la experiencia literaria que propongo en este espacio. Gracias.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Pausa

Pausa

De vez en cuando hay que hacer
una pausa
contemplarse a sí mismo
sin la fruición cotidiana
examinar el pasado
rubro por rubro
etapa por etapa
baldosa por baldosa
y no llorarse las mentiras
sino cantarse las verdades.

De Mario Benedetti,
en Poemas de Otros, Editorial Alfa Argentina, 1974.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Los traidores

Los traidores

De los estrechos muros de mi mente
Surge el grito dolido.
Mis valores dicen ¡no te rindas!,
Mis derrotas dicen ¡al abismo!

Mientras más avanzo,
Más me quedo en el llanto
De ver a mis enemigos lejos
Y a los traidores, cerca.

Luchar a su lado no tiene sentido.
Por cada victoria, cien fracasos.
Miro detrás y queda poco
Por lo que seguir luchando.

Prefiero al adversario eterno,
Sincero contendiente,
Que al compañero espurio
De dudosa simiente.

Guardémonos el derecho
De aceptar en nuestra mesa
Al de ideales firmes
Y dejemos fuera de ella

Al que, como la veleta,
Señala a un lado
Y después, cuando el viento
Sopla, se da vuelta.

¡Trescientos espartanos
pudieron más
Que el ejército persa!

Por Félix Sánchez Durán


martes, 26 de noviembre de 2013

Un canto para Bolívar

Un canto para Bolívar

PADRE nuestro que estás en la tierra, en el agua, en el aire
de toda nuestra extensa latitud silenciosa,
todo lleva tu nombre, padre, en nuestra morada:
tu apellido la caña levanta a la dulzura,
el estaño bolívar tiene un fulgor bolívar,
el pájaro bolívar sobre el volcán bolívar,
la patata, el salitre, las sombras especiales,
las corrientes, las vetas de fosfórica piedra,
todo lo nuestro viene de tu vida apagada,
tu herencia fueron ríos, llanuras, campanarios,
tu herencia es el pan nuestro de cada día, padre.

Tu pequeño cadáver de capitán valiente
ha extendido en lo inmenso su metálica forma,
de pronto salen dedos tuyos entre la nieve
y el austral pescador saca a la luz de pronto
tu sonrisa, tu voz palpitando en las redes.

De qué color la rosa que junto a tu alma alcemos?
Roja será la rosa que recuerde tu paso.
Cómo serán las manos que toquen tu ceniza?
Rojas serán las manos que en tu ceniza nacen.
Y cómo es la semilla de tu corazón muerto?
Es roja la semilla de tu corazón vivo.

Por eso es hoy la ronda de manos junto a ti.
Junto a mi mano hay otra y hay otra junto a ella,
y otra más, hasta el fondo del continente oscuro.
Y otra mano que tú no conociste entonces
viene también, Bolívar, a estrechar a la tuya:
de Teruel, de Madrid, del Jarama, del Ebro,
de la cárcel, del aire, de los muertos de España
llega esta mano roja que es hija de la tuya.

Capitán, combatiente, donde una boca
grita libertad, donde un oído escucha,
donde un soldado rojo rompe una frente parda,
donde un laurel de libres brota, donde una nueva
bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,
Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.
Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.
Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.
Los malvados atacan tu semilla de nuevo,
clavado en otra cruz está el hijo del hombre.

Pero hacia la esperanza nos conduce tu sombra,
el laurel y la luz de tu ejército rojo
a través de la noche de América con tu mirada mira.
Tus ojos que vigilan más allá de los mares,
más allá de los pueblos oprimidos y heridos,
más allá de las negras ciudades incendiadas,
tu voz nace de nuevo, tu mano otra vez nace:
tu ejército defiende las banderas sagradas:
la Libertad sacude las campanas sangrientas,
y un sonido terrible de dolores precede
la aurora enrojecida por la sangre del hombre.
Libertador, un mundo de paz nació en tus brazos.
La paz, el pan, el trigo de tu sangre nacieron,
de nuestra joven sangre venida de tu sangre
saldrán paz, pan y trigo para el mundo que haremos.

Yo conocí a Bolívar una mañana larga,
en Madrid, en la boca del Quinto Regimiento,
Padre, le dije, eres o no eres o quién eres?
Y mirando el Cuartel de la Montaña, dijo:
"Despierto cada cien años cuando despierta el pueblo".

De Pablo Neruda,
con motivo de un homenaje a Simón Bolivar, 1941.

lunes, 25 de noviembre de 2013

Artigas

Artigas

Se las arregló para ser contemporáneo de quienes nacieron
medio siglo después de su muerte
creó una justicia natural para negros zambos indios
y criollos pobres
tuvo pupila suficiente como para meterse en camisa
de once varas
y cojones como para no echarle la culpa a los otros
así y todo pudo articularnos un destino
inventó el éxodo esa última y seca prerrogativa del albedrío
tres años antes que naciera marx
y ciento cincuenta años que roñosos diputados la
convirtieran en otro expediente demorado
borroneó una reforma agraria que aún no ha conseguido el
homenaje catastral
lo abandonaron lo jodieron lo etiquetaron
pero no fue por eso que se quedó para siempre en tierra extraña
por algo nadie quiere hurgar en su silencio de viejo firme
no fue tosco como lavalleja no despótico como oribe
ni astuto como rivera
fue sencillamente un tipo que camino delante de su gente
fue un profeta certero que no hizo públicas sus profecías pero
se amargó profundamente con ellas
acaso imaginó a los futurísimos choznos de quienes
inauguraban el paisito
esos gratuitos herederos que ni siquiera iban a tener la
disculpa del coraje
y claro presintió el advenimiento de estos ministros alegóricos
estos conductores sin conducta estos proxenetas del
recelo estos tapones de la historia
y si decidió quedarse en curuguaty
no fue por terco o por necio o resentido
sino como una forma penitente e insomne de instalarse en su
bien ganado desconsuelo.

de Mario Benedetti
en A ras de sueño/Quemar las naves, Visor, 1998.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Himno al Libertador General San Martín (canción)

Himno al Libertador General San Martín

Yergue el Ande su cumbre más alta,
dé la mar el metal de su voz,
y entre cielos y nieves eternas
se alce el trono del Libertador.

Suenen claras trompetas de gloria
y levanten un himno triunfal,
que la luz de la historia agiganta
la figura del Gran Capitán.

¡Padre augusto del pueblo argentino,
héroe magno de la libertad!
A su sombra la Patria se agranda
en virtud, en trabajo y en paz.

¡San Martín! ¡San Martín! Que tu nombre,
honra y prez de los pueblos del Sur,
asegure por siempre los rumbos
de la Patria que alumbra tu luz.

De las tierras del Plata a Mendoza,
de Santiago a la Lima gentil,
fue sembrando en la ruta laureles
a su paso triunfal San Marín.

San Martín, el señor en la guerra,
por secreto designio de Dios,
grande fue cuando el sol lo alumbraba,
y más grande en la puesta del Sol.

De Segundo M. Argarañaz (letra) y Arturo Luzzatti (música),
1950.

Marcha de San Lorenzo (canción)

Marcha de San Lorenzo

Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento;
tras los muros, sordo ruido
oír se deja de corceles y de aceros;
son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo;
el clarín estridente sonó
y a la voz del gran jefe
a la carga ordenó.

Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón,
al viento desplegado
su rojo pabellón.

Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.
Inscriben en la historia
su página mejor.

Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde,
haciéndose inmortal.

Y allí, salvó su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!

Y allí, salvó su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!

De Carlos Javier Benielli (letra) y Cayetano Alberto Silva (música),
1902.


viernes, 8 de noviembre de 2013

Otra noción de patria

Otra noción de patria (fragmento)

y sin embrago somos privilegiados

con esta rara melancólica
este arraigo tan nómada
este coraje hervido en la tristeza
este desorden este no saber
esta ausencia a pedazos
estos huesos que reclaman su lecho
con todo este derrumbe misterioso
con todo este fichero de dolor
somos privilegiados

después de todo amamos discutimos leemos
aprendemos sueco catalán portugués
vemos documentales sobre el triunfo
en vietnam la libertad de angola
fidel a quien la historia siempre absuelve
y en una esquina de carne y hueso
miramos cómo transcurre el mundo

De Mario Benedetti
en La Casa y el Ladrillo, Losada, 1998.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Himno de la Unidad Sandinista (canción)

Himno de la Unidad Sandinista (canción)

Adelante, marchemos compañeros,
avancemos a la Revolución.
Nuestro pueblo es el dueño de su historia,
arquitecto de su liberación.
Combatientes de Frente Sandinista,
adelante, que es nuestro el porvenir.
Rojinegra bandera nos cobija,
Patria Libre, vencer o morir.

Los hijos de Sandino
ni se venden, ni se rinden.
Luchamos contra el Yanqui
enemigo de la humanidad.

Hoy el amanecer dejó de ser una tentación.
Mañana algún día surgirá un nuevo sol
que habrá de iluminar toda la tierra
que nos legaron los mártires y héroes
con caudalosos ríos de leche y miel.

Adelante, marchemos compañeros,
avancemos a la Revolución.
Nuestro pueblo es dueño de su historia,
arquitecto de su liberación.
Combatientes de Frente Sandinista,
adelante, que es nuestro el porvenir.
Rojinegra bandera nos cobija,
Patria Libre, vencer o morir.

De Carlos Mejía Godoy
en Carlos, el Amanecer ya no es una Tentación, Katabasis, 1996.

jueves, 31 de octubre de 2013

Señora de la Mecedora, Guardiana del Recuerdo

Señora de la Mecedora, Guardiana del Recuerdo

De espejos y de sombras está lleno el cuarto.
Difícil dormirse sin ver al mismísimo diablo.
Sin embargo, no es él quien me asusta,
Es la señora que desde su mecedora no deja de mirarme
Y, aunque me cubro con mis sábanas mágicas,
El rojo sangre de su mirada penetrante
Invade mis sueños y me atormenta.

Salgo de mi lecho para preguntarle: -“¿Qué desea?”-.
Agudiza su mirada, enfoca en mi difusa alma
Y saca los recuerdos más dolorosos de mi ayer.
Pálido, estupefacto. Luego, tembloroso, desvariando,
Meto mano en mi comprimido pecho y arrancando
Mi inservible corazón de restos de moho y carbón,
Telarañas y murciélagos, vuelvo a pensar en vos.

Preguntará el destino qué pasó y no sabré responder
Por qué dejé esos recuerdos tan lejos de mí.
A un tiempo me hicieron libre y esclavo sin saber
Que la roca pesada que cargo y hoy deposito acá,
Aplasta e ignora un costado de la cama, vacío,
Que alguna vez alguien hubo de ocupar
Y Él, tirano del reloj y la exactitud, se encargó de llevar.

Sombra de amor que no está, espejos de figuras
Que se encargan de recordarme que no debo olvidar.
Señora de la mecedora, gracias por volver esta noche
Y no permitir que mi olvido, esa roca, se instale
A dormir en mi cama, añeja, con un poco de su aroma
Y una almohada que una vez fue estrangulada en largo bostezo
De abrazos, besos, teamos, dulcesueños e inconclusos hastaluegos.

Señora de la mecedora, tormento eterno,
Estar vivo duele. El dolor es recuerdo, mas nunca olvido.
El olvido me aleja de tu aroma, tu almohada, tu lado de la cama.
El olvido vacía mi existencia. Pierdo sentido.
Extrañarte me mantiene vivo y puedo despertar del sinfín,
Ver que estás acá; suspirar en medio de mi transpirar agitado;
Abrazarte, agradecer, dejar caer unas lágrimas, y volver a dormir.

Señora de la mecedora, guardiana del recuerdo.
Señora de la mecedora, vigía del futuro,
De la memoria vívida, del presente iluminado,
No se marche jamás de mi lado.
Siga llenando de sentido mi vida
Y recuérdeme que todo podría desaparecer
Una mañana como cualquier otra,
Para así, seguir luchando.

Por Félix Sánchez Durán

miércoles, 30 de octubre de 2013

Desaparecida (llamado desesperado a las nuevas generaciones)

Desaparecida (llamado desesperado a las nuevas generaciones)

Vejada, ultrajada, sometida,
De espaldas al torturador.
Violada, violentada, abusada,
Sus gritos cayeron en silencios profundos,
Acompañados de llantos contiguos
De los que nada podían hacer salvo morir
En calabozos vecinos.

Maltratada, herida, dañada,
Dulce niña adolescente que perdió su simiente
Ante un cruel opresor, torturador y violador.
Una y otra vez penetrada, forzada, obligada
A asumir la posición de sumisión
Ante varios rostros, rangos, fuerzas,
Picanas y secretos… pero un mismo dolor.

Humillada, profanada, jamás olvidada…
Abofeteada, golpeada, pisoteada;
Asesinada y desaparecida.
No me pidan sutilezas;
La memoria sigue viva
Cuando es piel de gallina
Y no historia en un papel.

¡Generaciones venideras!,
Entiendan bien lo que eso era
Y que no vuelva a suceder.

¡No todo lo mismo da..!
¡No todo es lo mismo!

Por Félix Sánchez Durán

martes, 29 de octubre de 2013

Existencial

Existencial

Abrazo la angustia de vivir en un mundo incierto,
De saber que la verdad y la razón son decisiones humanas,
Subjetivas en su ser y esclavizadoras en su actuar.
'Cuando el peligro aceche, nos podremos salvar',
Y pensaremos que la receta es por siempre nuestra.
La correcta forma de actuar nos devorará cada vez más
Y nunca sabremos si somos sólo por ser o porque así lo quisimos.
Mi libertad se va cada vez que la busco, y la repetición de palabras,
De actos o emblemas, me viene a buscar... Y ya muerto creo
Que todo será siempre igual, que todo será igual.

Por Félix Sánchez Durán

viernes, 11 de octubre de 2013

Seremos libres...

Seremos libres...

Sólo cuando la mujer deje de estar subordinada,
Todos seremos libres…
Sólo cuando el último de los esclavos
Haya dejado sus grilletes detrás
Y no deba pagar con injusticia y desigualdades
Su tránsito por esta tierra, la tierra de los mortales,
Todos seremos libres…
Sólo cuando el niño pueda dedicarse tan sólo a jugar,
Y el enfermo, a curarse,
Todos seremos libres…
Sólo cuando todos nos sepamos mujeres, esclavos,
Niños, enfermos y mortales,
Seremos libres.
Hasta entonces, viviremos con una idea errónea
De lo que la libertad significa
Y estaremos completamente sometidos.

Por Félix Sánchez Durán

domingo, 6 de octubre de 2013

Buenos Aires

Buenos Aires

Malhumorada; inquieta; incoherente.
Exagerada; exigente; exhaustiva.
Luminosa; oscura y pálida.
Gritona; alegre y quejosa.

Sensible; puteadora; y un poco sucia.
Alarmista; desprolija; tal vez inmadura.
Caprichosa, por el sólo hecho de romper la métrica.

Ensimismada; pedante; voluptuosa.
Injusta; justa; instintiva.
Insegura; soberbia; amargada.
Agrietada; agresiva y graciosa.

Prejuiciosa; criticona; sobre todo chusma.
Poderosa; vívida y a veces cariñosa.
Intolerante; irritable; intensa.
Cafeinómana; futbolera; políticamente incorrecta.

Tanguera por llorar; roquera por defecto.
Lectora; machista y un poco una mierda.
Ruidosa; ensordecedora; charleta.
Acogedora; cogedora; insomne.

Confrontativa; miedosa; entrañable.
Subyugante; rebelde; calentona.

Soñadora, si duerme la siesta.

Pragmática, si empiezan los tiros.

Susceptible;
Frágil,
de lejos.

Solitaria;
distante,
del tamaño de un
dedo.

Buenos Aires de noche, desde el avión que vuelve.

Perdida,
en silencio,
entre callecitas sin asfalto.

Casi, casi, como yo.

Por María Daniela Hartmann.

La ley tu ley

La ley tu ley (fragmento)

vuelvo a pintar las flores de mi juventud
vuelvo a ver el amanecer
sin temor
ya nunca nadie podrá decirme éstas no son horas
veo amanecer como una mujer no como una joven temerosa
de la ley tu ley
el acero de esta luz para una mujer sola
que no debe temer sino decidir

De Juana Bignozzi,
en Antología de Poesía Argentina de Hoy, Bruguera, 2010.

La marcha de los terneros

La marcha de los terneros

Detrás del tambor
trotan los terneros,
los parches los hacen
con sus propios pellejos.

El carnicero llama. Los ojos bien cerrados,
el ternero lo sigue con paso redoblado.
Y aquellos que ya fueron pasto del matadero,
colman las filas en espíritu encarnados.

Alzan las manos y saludan
y muestran en ellas
manchas de sangre
aunque siguen vacías.

El carnicero llama. Los ojos bien cerrados.
El ternero lo sigue a paso redoblado.
Y aquellos que ya fueron pasto del matadero,
colman las filas en espíritu encarnados.

Hay una cruz gamada
en la bandera roja.
El pobre mira el gancho
que desgarra y despoja.

El carnicero llama. Los ojos bien cerrados.
El ternero lo sigue a paso redoblado.
Y aquellos que ya fueron pasto del matadero,
colman las filas en espíritu encarnados.

De Bertolt Brecht
en 80 poemas y canciones,  Adriana Hidalgo Editora, 2008.

jueves, 3 de octubre de 2013

España pobre por culpa de los ricos

España pobre por culpa de los ricos

La pobreza era por España
como caballos llenos de humo,
como piedras caídas del
manantial de la desventura,
tierras cereales sin
abrir, bodegas secretas
de azul y estaño, ovarios, puertas, arcos
cerrados, profundidades
que querían parir, todo estaba guardado
por triangulares guardias con escopeta,
por curas de color de triste rata,
por lacayos del rey de inmenso culo.
España dura, país manzanar y pino,
te prohibían tus vagos señores:
A no sembrar, a no parir las minas,
a no montar las vacas, al ensimismamiento
de las tumbas, a visitar cada año
el monumento de Cristóbal el marinero, a relinchar
discursos con macacos venidos de América,
iguales en "posición social" y podredumbre.
No levantéis escuelas, no llenéis los graneros
de abundancia trigal: rezad, bestias, rezad,
que un dios de culo inmenso como el culo del rey
os espera: "Allí tomaréis sopa hermanos míos".

De Pablo Neruda
en España en el Corazón, Ediciones Ercilla, 1938.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Otra noción de patria

Otra noción de patria (fragmento)

llena pletórica de vacíos
mártir de su destino provisorio
patria arrollada en su congoja
puesta provisoriamente a morir
guardada por sabuesos no menos provisorios

pero los hombres de mala voluntad
no serán provisoriamente condenados
ni de ellos será el reino de los cielos
ya que como es público y notorio
no son pobres de espíritu

los hombres de mala voluntad
no sueñan con muchachas y justicia
sino con locomotoras y elefantes
que acabn desprendiéndose de un guinche ecuánime
que casualmente pende sobre sus testas
no sueñan como nosotros con primaveras y alfabetizaciones
sino con robustas estatuas al gendarme desconocido
que a veces se quiebran como mazapán

los hombres de mala voluntad
no todos sino los verdaderamente temerarios
cuando van al analista y se confiesan
somatizan el odio y acaban vomitando

a propósito
son ellos que gobiernan

gobiernan con garrotes expedientes cenizas
con genuflexiones concertadas
y genuflexiones espontáneas
minidevaluaciones que en realidad son mezzo
mezzodevaluaciones que en realidad son macro

gobiernan con maldiciones y sin malabarismos
con malogros y malos pasos
con maltusianismo y malevaje
con malhumor y malversaciones
con maltrato y malvones
ya que aman las flores como si fueran prójimos
pero no viceversa

los hombres de pésima voluntad
todo lo postergan y pretergan
tal vez por eso no hacen casi nada
y ese poco no sirve

si por ellos fuera le pondrían
un durísimo freno a la historia
tienen pánico de que ésta se desboque
y les galope por encima pobres
tienen otras inquinas verbigracia
no les gustan los jóvenes ni el himno
los jóvenes bah no es una sorpresa
el himno porque dice tiranos temblad
y eso les repercute en el duodeno
pero sobre todo les desagrada
porque cuando lo oyen
obedecen y tiemblan

sus enemigos son cuantiosos y tercos
marxistas economistas niños sacerdotes
pueblos y más pueblos

qué lata es imposible acabar con los pueblos
y casi cien catervas internacionales
que tienen insolentes exigencias
como pan nuestro y amnistía

no se sabe por qué
los obreros y estudiantes no los aman

sus amigos entrañables tienen
algunas veces mala entraña
digamos pinochet y el apartheid
dime con quién andas y te diré go home

también existen leves contradicciones
algo así como una dialéctica de oprobio
por ejemplo un presidio se llama libertad
de modo que si dicen con orgullo
aquí el ciudadano vive en libertad
significa que tiene diez años de condena 

De Mario Benedetti
en La Casa y el Ladrillo, Losada, 1998.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Bien pudiera ser...

Bien pudiera ser...

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido
No fuera más que aquello que nunca pudo ser,
No fuera más que algo vedado y reprimido
De familia en familia, de mujer en mujer.

Dicen que en los solares de mi gente, medido
Estaba todo aquello que se debía hacer...
Dicen que silenciosas las mujeres han sido
De mi casa materna... Ah, bien pudiera ser...

A veces en mi madre apuntaron antojos
De liberarse, pero se le subió a los ojos
Una honda amargura, y en la sombra lloró.

Y todo eso mordiente, vencido, mutilado,
Todo eso que se hallaba en su alma encerrado,
Pienso que sin quererlo lo he libertado yo.

De Alfonsina Storni,
en Alfonsina Storni - Antología, Losada, 1998.

¿Y tú?

¿Y tú?

Sí, yo me muevo, vivo, me equivoco;
Agua que corre y se entremezcla, siento
El vértigo feroz del movimiento:
Huelo las selvas, tierra nueva toco.

Sí, yo me muevo, voy buscando acaso
Soles, auroras, tempestad y olvido.
¿Qué haces allí misérrimo y pulido?
Eres la piedra a cuyo lado paso.

De Alfonsina Storni,
en Alfonsina Storni - Antología, Losada, 1998.